
En el caso de los peces antárticos, estos pueden regular el abastecimiento de oxígeno a través de un pigmento de la sangre, la hemoglobina. Pero hasta ahora se desconocía cómo lo hacían los pulpos antárticos a temperaturas tan frías.

Los pulpos tienen tres corazones y venas contráctiles que bombean el hemolinfo que es el líquido circulatorio de moluscos y artrópodos, entre otros, análogo a la sangre de los vertebrados que está enriquecido con el transporte del oxígeno a través de la hemocianina. Los investigadores recolectaron y analizaron el hemolinfo de tres especies de pulpo: el antártico Pareledone charcoti, y dos de aguas más cálidas, Octopus pallidus del sudeste australiano y Eledone moschata del Mediterráneo.
Los resultados muestran que Pareledone charcoti tiene mayores concentraciones de hemocianina en la sangre, al menos un 40% respecto a las otras especies, con los niveles más elevados jamás registrados en pulpos. Los científicos sugieren que estas altas concentraciones de pigmentos sanguíneos ayudarían a asegurar el suficiente abastecimiento de oxígeno a la sangre en aguas frías, y explicaría por qué esta especie está tan presente en diferentes nichos ecológicos.
Fuente: Libertad digital