
El Sym004 no es el primer fármaco anti-EGFR. De hecho, hay dos medicamentos que se administran a pacientes con cáncer de colon metastásico para combatir este gen (el cetuzimab y el panitumumab). El problema es que alrededor del 25% de sufren mutaciones en el EGFR y se vuelven resistentes a estos tratamientos.Sin embargo, el Sym004, mucho más potente que sus predecesores, se ha demostrado como una posible solución para los enfermos oncológicos con este tipo de tumores. Se trata de un fármaco de segunda generación —combina varios anticuerpos— que, según ha demostrado el estudio en ensayos preclínicos, es eficaz contra el EGFR y sus mutaciones, reduciendo el tamaño del tumor y mejorando la esperanza de vida.
El estudio, que se ha publicado en la revista científica Clinical Cancer Research, ha probado la eficacia del fármaco también con ratones y con 13 pacientes con cáncer de colon metastásico. “En líneas celulares de cáncer colorrectal, los resultados fueron impresionantes. Y con ratones y pacientes también conseguimos reducir el tamaño del tumor”, señala la doctora Calara Montagut, oncóloga del hospital del Mar y coordinadora del estudio. La investigadora matiza que, pese a las esperanzas puestas en este fármaco como una “nueva herramienta más” para combatir la enfermedad, el Sym004 no cura el cáncer de colon. “Son pacientes que ya tienen metástasis. Si su esperanza de vida era de seis meses, el fármaco quizás consiga alargarla hasta los dos o tres años y mejorar mucho su calidad de vida. Pero no vamos a curar el tumor”, apostilla.
Monteagut asegura que el estudio sienta las bases científicas necesarias “como prueba de concepto de que el fármaco funciona”, pero avanza que el próximo verano pondrá en marcha un ensayo clínico con unos 300 pacientes para probar definitivamente su eficacia.
MUTACIONES DE KRAS Y EGFR
El gen EGFR no es el único que sufre mutaciones que hacen al tumor resistente a tratamientos convencionales. El hospital del Mar decubrió y patentó en 2013 mutaciones del EGFR pero los cambios genéticos más conocidos y estudiados son, de hecho, los de los genes KRAS. Para estas variaciones genómicas también se han desarrollado fármacos de última generación que mejoran la esperanza de vida de pacientes con muy mal pronóstico.
Con todo, la pieza clave para detectar estas mutaciones genéticas en los tumores es la biopsia líquida, el análisis de sangre que detecta estos cambios genéticos gracias a programas de secuenciación genómica del tumor. Los grandes hospitales, como Vall d’Hebron o el hospital del Mar, ya incorporan entre sus servicios plataformas de ultrasecuenciación para detectar mutaciones del ADN que puede alterar la eficacia de los tratamientos.