
Sin embargo, el estudio explica que no se ha llegado a realizar un trasplante completo ya que el corazón de cerdo no sustituyó al corazón original del babuino sino que fue conectado a su sistema circulatorio a través de dos vasos sanguíneos situados en su abdomen. Así pues, el mono no sobrevivió únicamente con este órgano, aunque sí se ha conseguido que este bombee sangre de forma normal.
De momento se ha logrado que los babuinos resistan con vida tras los trasplantes un promedio de 298 días. El máximo fueron 945, es decir, unos dos años y medio. El próximo paso será mucho más serio y consistirá en trasplantar un corazón de cerdo que sustituya el del simio.
Hasta ahora, el mayor problema a la hora de realizar trasplantes entre especies es que el cuerpo reacciona de forma negativa y rechaza el órgano recibido. No obstante, en este caso los investigadores han realizado varias modificaciones genéticas en el corazón de cerdo para evitar que sea rechazado. En principio, se consideró que la mejor forma de paliar esta dificultad sería apostar por los corazones de primates por su cercanía genética con nuestra especie.
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