
Pero últimamente se habla mucho de la gestación subrogada, en la que una pareja o una persona individual se pone de acuerdo con una mujer para trasladar el embrión que se ha fecundado y engendrado mediante fecundación in vitro para que se quede embarazada, gestarlo y dar a luz, en vez de los solicitantes.
Los científicos han seguido investigando y desarrollando técnicas que puedan imitar la reproducción y gestación. Muchos investigadores estiman que para la próxima década podría estar disponible la ectogénesis o desarrollo de bebés en un útero artificial en laboratorio. Esto es posible según los experimentos realizados durante los últimos años.

La ciencia aprueba este método, dados los límites que hay para controlar a una mujer embarazada, que tiene que realizar diferentes controles médicos en el periodo de gestación para garantizar el bienestar del feto; controlar al feto al detalle y asegurar que el lugar donde se desarrolla es el idóneo sería un gran avance en la ciencia, evitando potenciales muertes o complicaciones para feto y madre.
Otra cuestión a plantear sería el posible cambio y desarrollo evolutivo de los humanos que podría originarse de este proceso. Pero las consideraciones éticas son tan preocupantes que las que surgen al poner en cuestión la gestación subrogada: es necesario manipular a un ser humano para llevarlas a cabo, y artificialmente. Además, habría que añadirle el debate sobre el tema del aborto, que podía cambiar toda la legislación con respecto al tema.
La investigación sigue avanzado a grandes pasos, y según aseguran los expertos,esta técnica podría ser viable en los próximos diez años.
El experto en tecnología Matt Chessen comenta que si seguimos con esta dinámica, los futuros embarazos serán algo problemáticos y arriesgados. Crear un ser humano dentro de otro se considerará un riesgo puesto que la salud del niño depende de la de la madre, siendo sensible a infecciones, una alimentación mala u otras amenazas. Pero también comenta que la ectogénesis será un gran desafío para la idea que ahora se tiene de la paternidad.
Fuente: La Vanguardia.