En España, hay pocos centros en los que se practique la cirugía para colocar electrodos y tratar con impulsos eléctricos la depresión. Marta Navas, neurocirujana del Hospital de la Princesa, en Madrid, explica que junto a su compañera Cristina Torres han operado a tres personas. Dos de ellas tuvieron una recuperación sorprende y un tercero ha respondido bien a la cirugía, pero aún está en periodo de seguimiento. "Estos pacientes requieren una vigilancia importante, frecuentemente necesitan ajustes y los cirujanos tenemos que cooperar con los psiquiatras para realizarlos", indica Navas. "Uno de estos pacientes, por ejemplo, se empezó a encontrar mal y era porque se le había acabado la batería del dispositivo", señala. Aunque considera que este tipo de tratamientos son eficaces, Navas señala cierta reticencia por parte de los psiquiatras para dejar a los pacientes en sus manos. "Los pacientes tienen que estar bien seleccionados y deben cumplir unos criterios adecuados, pero la terapia es segura", concluye Navas.
Los científicos dicen que queda mucho trabajo antes de que la DBS pueda entrar en la práctica clínica de rutina. El equipo de Chang está explorando actualmente si la estimulación de OFC produce una mejora duradera en el estado de ánimo durante periodos de tiempo más largos y esperan desarrollar un dispositivo médico para pacientes con trastornos del estado de ánimo resistentes al tratamiento que puedan monitorizar la actividad cerebral en la OFC y estimular esa área solo cuando sea necesario para mantener esa actividad dentro de un rango saludable.
Fuentes: El País, El medico interactivo